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El centro de salud Parque Lo Morant lleva a cabo un programa piloto de educación sanitaria para menores con obesidad o sobrepeso y sus familias

 

  • La Unidad de Pediatría ha incluido a una treintena de niños y niñas entre seis y 14 años e implica también a su entorno familiar para la consecución de objetivos
  • El cambio de hábitos alimentarios a edades tempranas aporta un mayor éxito y reduce las probabilidades de sufrir enfermedades en la edad adulta

 

 

 

Alicante (26.07.23). El sobrepeso y obesidad infantil son un problema de salud pública que ha aumentado de forma progresiva durante las últimas décadas, con un 41% de niños y niñas españoles que presentan exceso de peso: un 23% con sobrepeso y un 18% con obesidad, según datos de 2015 acordes a los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

En este contexto, la Unidad de Pediatría del centro de salud Parque Lo Morant, adscrito al Departamento de Salud Alicante-Hospital General, ha impulsado durante este curso un programa de educación sanitaria dirigido a menores con obesidad o sobrepeso y sus familias.

 

En este proyecto piloto, que se ha desarrollado entre enero y julio, se ha incluido a una treintena de niños y niñas entre los seis y los 14 años y ya cuenta con un listado en el que se han registrado 90, por lo que se prevé darle continuidad en el siguiente curso. "En la consulta del niño sano o en la consulta asistencial, que están incluidas en la cartera básica de servicios de Atención Primaria, hemos detectado cada vez más casos de menores con esta problemática. Por ello, hemos creído conveniente iniciar un programa de seguimiento para ofrecer formación en alimentación y hábitos saludables tanto a los niños y niñas como a su entorno familiar", explica la enfermera Maite Belmonte.

 

El cambio de hábitos "no es sencillo, pero los profesionales somos conscientes de que, si se produce a edades tempranas, se puede obtener un mayor éxito y, además, se reducen las probabilidades de sufrir enfermedades en la edad adulta, como pueden ser diabetes, hipertensión, enfermedad vascular o cardíaca, etc.".

 

En esta iniciativa, que comprende consultas monográficas de Enfermería y de Pediatría, han intervenido la enfermera Maite Belmonte y la pediatra Aurora Granados, que han contado asimismo con la colaboración del resto del equipo asistencial.

 

Los objetivos de estas consultas son conseguir cambios en los hábitos alimentarios, hacia una alimentación saludable; fomentar la actividad física diaria; disminuir el Índice de Masa Corporal (IMC) y "también trabajar con los menores la autoestima, de manera que comprueben cómo la mejora de su patrón de alimentación y el aumento de actividad física les va a reportar beneficios en cuanto a la percepción de sí mismos", subraya Maite Belmonte. También, los profesionales les ofrecen recomendaciones para disminuir el tiempo de exposición a las nuevas tecnologías y a las pantallas (tablet, móvil, TV…), que repercuten en un estilo de vida sedentario.

 

"Una de las estrategias más eficientes para reducir la obesidad infantil es mejorar la alimentación y los hábitos de ejercicio de toda la familia", añade Aurora Granados. En este sentido, el programa está dirigido a las familias: "el menor viene acompañado de su madre, padre o tutor, y contamos mucho con ellos porque sabemos que esto es crucial. Si los adultos implementan estos hábitos saludables en su día a día, van a repercutir en todo el núcleo familiar, porque los niños son un reflejo de lo que ocurre en su casa", remarca.

 

Contenidos de la consulta

 

En la primera consulta, junto a los datos de somatometría (peso, talla, perímetro abdominal, toma de tensión y de glucemia capilar), se valoran otros parámetros funcionales, entre ellos la comunicación con los demás y las relaciones sociales, la calidad del sueño, etc., por si hay alguno alterado en el niño o niña. Además, en esta primera consulta se les pasan encuestas de alimentación y actividad física (que se volverán a realizar al finalizar el programa) para evaluar la situación de partida y ver qué aspectos se pueden mejorar de manera individualizada.

 

A partir de aquí, en las consultas sucesivas se les ofrece información nutricional, "les damos ideas a los progenitores para elaborar un menú semanal, trucos para dejar de picar entre horas, pautas para fomentar el estilo de vida saludable en familia (por ejemplo, ir juntos al supermercado) y listados de alimentos procesados a evitar, entre otros aspectos". En definitiva, establecer un programa de estas características en Atención Primaria "nos permite esta flexibilidad y disponibilidad para acompañarles, resolver sus dudas y realizar un seguimiento del estado nutricional de los menores acorde a las necesidades de cada niño y su familia", reconocen las mismas fuentes.

 

 

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