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ADAPTACIÓN del Poema de Gabriel Celaya. Dedicatoria a tutores
en discursos de fin de residencia promoción 2008-2013
 
Formar a un residente...
 
es lo mismo
que poner motor a una barca
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
 
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
 
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese
residente
irá muy lejos por el agua
 
Soñar que ese navío
llevará vuestra
carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
 
Soñar que cuando un día
esté durmiendo
vuestra propia
barca,
en barcos nuevos seguirá
vuestra bandera galénica
enarbolada.